viernes, 14 de febrero de 2014

Artículo: HACIA MI PROYECTO DE VIDA

FUNDAMENTACIÓN HACIA UN PROYECTO DE VIDA

“Una visión sin acción es solo un sueño. Una acción sin visión en un sin sentido. Pero una visión con acción puede cambiar el mundo” Joel Barker

El futuro no es el lugar hacia donde nos dirigimos. Es el lugar que estamos construyendo y que dependerá de lo que hagamos en el presente. Por eso, la mejor manera de prever el futuro es crearlo.

Aquellos que construyen su propio futuro, construyen también el de los demás y muy especialmente de quienes tiene alrededor suyo. La capacidad de emprender en propio futuro se está volviendo una cuestión de sobrevivencia. Administrar bien un negocio es administrar su futuro; y administrar su futuro es administrar información. El futuro se trata sobre información procesada como conocimiento. Si la historia testimonió la triste división entre naciones ricas y pobres, el futuro puede reservarnos la separación entre los que saben y los que no saben.

Los profesionales con perfil emprendedor son diferentes porque mientras donde todos ven problemas, aquellos ven oportunidades. Viajan en un auto llamado imaginación, tienen a la creatividad como copiloto, la meta como motor y la persistencia como combustible. Saben que sólo el mejor es suficiente y controlan directa o indirectamente, el destino de muchas personas. Hacer vibrar con la misma intensidad con el futuro intangible creado en nuestras mentes es la misión suprema alcanzable a través del liderazgo. El verdadero líder es quien consigue capitalizar ese sentimiento en los grupos por donde pasa.

Sueños y Metas

El futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños. Y no hay nada como un sueño para crear el futuro. Todo esto puede parecer juego de palabras, pero usted debe seguir monitoreando sus pasos en relación a sus sueños y nunca adaptarse a ellos. Si prefiere ser más técnica/o, menos filósofa/o, sustituya la palabra “sueños” por “metas”. Mas siga siempre en dirección al cumplimiento de sus planes, recto como una flecha, porque lo que transforma un sueño en irrealizable es la incapacidad de acción de quien lo sueña.

Los seres humanos no podemos parar de soñar. El sueño es el alimento del alma, como la comida lo es del cuerpo.

La mayoría de las personas confunde los límites de su propio campo de visión con los límites del mundo. Ven las cosas y dicen el por qué de las cosas. Los vencedores dicen: ¿por qué no? Pocos aceptan el cargo de la propia victoria, la mayoría desiste de los sueños cuando estos se vuelven posibles. El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo. Las personas más ocupadas tienen tiempo para todo. Las que no hacen nada, siempre están cansadas. Nunca tenemos tiempo para hacer directamente. Pero siempre tenemos tiempo para hacer de nuevo.

“Yo tuve un sueño en el que un día mis cuatro hijos vivirían en una nación donde no serían juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter”.